¡MAMÁ, CONOCÍ A ALGUIEN!
- Laura Mendez
- Dec 15, 2021
- 3 min read

Llevo varios intentos de volver a estas páginas vacías con muchos temas y poca seguridad, borro una y otra vez o cambio de actividad sin éxito de concentración alguno. Y aquí estoy de nuevo, terminándome las galletas y cambiando de ventana constantemente. Pero es que conocí a alguien y tenía que gritarlo o al menos escupirlo en el papel…
Ahora que releo no entiendo por qué estoy escribiendo en pasado, como si -conocer- fuera solo el momento en el que uno se dice “hola” por primera vez y no más bien, un verbo en infinitivo, estoy conociendo, debo decir, reconociendo a alguien. Sí, mamá, me está gustando mucho.

Hace cuatro meses que llegué a este lugar sin expectativa alguna y recurro a esas frases de tía que se convierten en tarea justo al momento de la despedida: “consígase un novio, mijita”, esas frases que retumban en la cabeza de cualquier mortal como si ese fuera el camino obligatorio a seguir, ¿¡Conseguir un marido!? El tema es que la frase me retumba cuando pienso en lo que siento, con esas cosquillas en la panza cada vez más intensas al darme cuenta que por fin estoy encontrando lo que buscaba, sin saber qué era, sin tener certeza, en medio de estar perdida por la vida y los lugares sin destino aparente, pero, ¿qué importa el destino?
Me doy cuenta, ahora que lo pienso, que en las veces que he salido de ese lugar al que solía llamar “mi casa”, me reconecto con una parte de mí que permanecía en una especie de letargo infinito que ahora la gente llama “zona de confort” o “confort zone” porque multiculturales, multilingües, multiexcusas… En fin, el punto es que sí, siempre llego a esos amores de nuevo que son lo que me hacen ser, lo que vibra conmigo, una vez fue con las letras y estas páginas, otra con el pole, aquí y allá con el teatro, esta vez conmigo, con eso que oculto, con eso que no he querido afrontar nunca, eso, eso soy yo…
Espero, como siempre, no haber decepcionado a cualquier chismoso por acá, no, no dudo que sería divertido andar por ahí leyendo las historias de amor idílicas de la gente en otros lugares, en otros países, pero bueno, este no es mi caso. Y para hablar de otros conmigo, más bien hablo de mi misma que con eso debería ser suficiente (inserte risa nerviosa y huya porque seguiré dándole vueltas a todo) y porque ya soy suficiente enredo como pa’ andar enredándome en historias idílicas (cuando tenga una seguramente no diré lo mismo, pero continuemos).
No, mamá, no conocí a un extranjero, joven, prometedor y blablablá, me estoy conociendo dentro de mis pasiones y aceptando que existen, me estoy inspirando de personas tan diferentes a mí que me resultan familiares, me estoy estrellando con mis miedos y por primera vez no siempre huyo de ellos, estoy saliendo del letargo, de a poco y con dudas, “agarrando el sartén por el mando”, reconciliándome con mi soledad, dialogando con mis caprichos y tragando chocolate, no todo puede ser color de rosa, suficiente con empezar un dialogo directo con mis mil voces en la cabeza como para no darle de comer a mis inseguridades.
Así que después del drama y las vueltas de mis palabras, puedo decir que han sido los cuatro meses más cortos, con mayores alcances de mis tiempos. Por lo demás a pocos días de que se acabe el año, con esa nostalgia pendeja de andar lejos de “casa” (con ganas de lechona como siempre) y con mil tareas encima, pero escribiendo esto porque primero la procrastinación y luego el resto, puedo decir que lo estoy logrando (jajaja tan chistosa esa frase, todo el mundo la usa pero ese “lo” nunca se sabe qué es). Entonces una lista de cosas (pa’ no decir “check list”): Ya inventé un diario, ya experimente en la cocina, ya tejí deseos y conté historias, ya entrené y me desentrené, ya ya ya, ya quiero vacaciones, el ronroneo de Candy y que las tareas se hagan solas, he aprendido lo suficiente para saber que nunca será suficiente. FIN.
Posdata: Me fui de jeta contra el planeta, me estrellé con la vida literalmente y es cierto eso que dicen, duele. Quiero pensar que estaba con deseos de cambiar de look ya que dicen que eso es un paso para cerrar ciclos, aunque aún no entiendo cuál es el que estoy cerrando.
¡SALUD POR LA SALUD! ¡POR CONOCER A ALGUIEN! ¡SALUD POR RECONCETAR! ¡POR ILUSIONARSE E INSPIRARSE! ¡SALUD! ¡SALUD! ¡SALUD!
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