DE SENSIBILIDADES Y FIN DE AÑO
- Laura Mendez
- Dec 31, 2021
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Es la sensibilidad la que me hace volver, el nudo en la garganta y las cosquillas en la panza. Me gusta esa sensación, esas ganas de querer escupir palabras y que solo se acelere el corazón porque los sentimientos no se pueden escribir.
Es que es 31 de diciembre y parece que el mundo se acabara, dicen que es un nuevo comienzo, lo cierto es que es viernes y mañana seguirá siendo sábado y todo seguirá ahí, esa rutina que nos hemos inventado, pero es que ¡igh! Es inevitable pensar en retrospectiva, son tan necesarios los momentos de reflexión, sobre todo cuando uno encuentra en ellos algunas respuestas aunque las decisiones y acciones sean difíciles de tomar. Por algo se empieza ¿no?
Este año lo resumo en el año con el récord de ahogadas en vasos de agua de mi historia y sí, confirmo que deshogarse no es tarea fácil sobre todo cuando se está llevando un consenso con las mil vocecitas en la cabeza, pero tampoco es imposible.
Que montón de cosas han pasado, tantos encuentros, re-enuentros, tantas ultimas primeras veces, tantos lugares y personas que de solo pensarlo me dan ganas de chillar (inserte risa nerviosa). En escena solían decirme lo importante del aquí el ahora y esa vaina no tenía sentido alguno hasta estos momentos, 365 en el presente empujando las ganas, los deseos y accionando (con miedo, obvio) para salir de los vasos de agua, acción-reacción dirían.

Nunca se está preparado para los nuevos comienzos pero, ¿qué sentido tendría si supiéramos de ante mano lo que va a pasar? Que llegue el sábado, el nuevo año, que aquí los espero sin saber que hacer, pero lamzándome de panza pa' caerle con toda. Mi lista de deseos se quedará sin cumplir, la dieta nunca será una opción, el ejercicio vendrá a seducir de vez en cuando y seguro me inventaré una que otra cosa pa' volver a empezar.
No me puedo quejar (aunque lo haga todo el tiempo, porque ajá, siempre drama), al 2021 gracias, a usted gracias por contagiarme de su esencia, a los lugares, los sentimientos y las experiencias gracias.
PD. No, no odio la gente, aunque huya de los lugares concurridos, nunca sepa cómo comenzar una conversación y me encante estar sola. No odio la gente, es solo que me cuesta relacionarme, pero son las personas a mi alrededor el soporte de cada idea, aventura, de cada última primera vez.
PD. Ando con nostalgia de estar lejos de casa, pero ¿qué es casa si no es en dónde estoy yo?
¡SALUD! ¡SALUD, POR LOS COMIENZOS, POR LAS ÚLTIMAS PRIMERAS VECES! ¡SALUD POR LOS DESEOS Y LAS SENSACIONES A FLOR DE PIEL! ¡SALUD POR USTED QUE ESTÁ, HA ESTADO, ESTARÁ! ¡SALUD! ¡SALUD! ¡SALUD!
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