A MI VECIN@ DE ARRIBA
- Laura Mendez
- Aug 15, 2020
- 3 min read

Querid@(s) Vecin@(s) de arriba,
Primero quiero presentarme, soy la vecina de abajo, escribo por simple curiosidad, por esas ganas que me entraron últimamente de presentarme, así que mucho gusto.
La cuarentena trajo consigo buenas cosas, no sé tú, pero a mí me gusta eso de guardar distancia, la organización y la limpieza. También los ruiditos de la cuidad, del conjunto y de los apartamentos han cambiado, ¿lo notas?
Dejé de escuchar tus tacones a las 6 de la mañana, me pregunto si a ti te hace falta, si ahora te los pones afuera y si sigues yendo de un lugar a otro sin parar todas las mañanas, siempre pensaba que se te olvidaba una cosa y cuando de nuevo estabas a punto de salir recordabas algo más.
Ahora puedo entender que te guste el ejercicio, a mí solía gustarme antes del encierro, porque aunque no soy de muchos amigos, en el lugar en donde entrenaba la pasaba bien, debo confesar que me da un poco de envidia escuchar tu disciplina saltando o trotando todos los días a eso de las seis de la tarde, ahora, y no te miento, mi mayor entrenamiento es correr al baño porque me da pipí (¿En tu apartamento hace tanto frío como acá abajo?)o ir tranquilamente a la cocina a ver qué me depara la nevera, esa es otra cosa de la que te quiero hablar, de vez en cuando escucho la licuadora, y como en mi cabeza te imagino fit y saludable, pienso que tal vez te gustaría compartirme alguno de esos batidos que preparas con tanto fervor a horas indistintas del día.
Estos meses en cuarentena han evidenciado la cantidad de gente que vive en este conjunto ¿no crees? ¿Tú también eres (son) de esos que miran de vez en cuando por el balcón para distraerse? Parece que hay más vida ahora, aunque ya los niños no salen a gritar al parque, Bueno, seguramente tú (ustedes) no los escuchas(n) tanto como yo.
Hay muchas cosas que me causan curiosidad de aquellos ruiditos en el piso de arriba y ahora que te escribo recordándolo, pienso que tu (ustedes) no eres (son) del todo consciente(s) de ellos. A mí también se me ha dado por organizar y reorganizar las habitaciones que habito, pero aún no me animo a abrir huecos en las paredes. Te imagino aburrido en horas de la noche desahogando el desespero que te causa la cuarentena con un taladro o esos domingos de paz que así de repente son interrumpidos por algún instrumento de construcción que no cesa; creerás que es alguna especie de reclamo, para nada querid@ vecino de arriba, solo que con tanto tiempo en un mismo lugar tratando de convivir con todas estas vocecitas en mi cabeza, aquellos otros ruidos parásitos externos me causan mucha pero mucha curiosidad y preguntas, no te afanes si de repente empiezas a escuchar algún ruido que llega desde abajo, soy yo bailando sin parar, haciendo alguna fiesta desenfrenada o agarrando el techo a escobazos con alguno de mis amiguitos imaginarios, pero no te afanes, pararan pronto.
No dudes en escribirme si también te (se) quieres(n) desahogar de cualquier cosa que te(les) atormente o alguna curiosidad que tengas(n), es un placer conocerte(los) gracias a tus (sus) ruiditos.
Con cariño.
Tu vecina de abajo
Han sido meses de abrir los sentidos, de evaluarse y reevaluarse, de inventarse y reinventarse, dicen, han sido meses de dar pequeños paseos, de reconocer y reconocerse en ese lugar que ahora habitamos realmente, pero sobre todo han sido meses de ruiditos, gritos afuera, serentas no pagas, helicópteros, gritos adentro, de todo, todo nuevo, todo más claro, todo más ruidoso. a veces hay un fresquito, como que las cosas andan lentas pero seguras y de repente todo va mal, todo es desespero, todo es incomodo, irritante, feo, y así, un ir y venir del bien el mal (¿existe eso del bien y el mal?), ¿A ustedes también les pasa?
Gracias y ¡salud! Por lo que es y lo que nos inventamos, por lo que nos irrita y nos alivia, por los lugares habitados y el caos generado, por los ruiditos, por todo, ¡salud! ¡salud! ¡salud!
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