top of page
Search
  • LAURA MÉNDEZ

Pequeños grandes placeres


Hay palabras que quedan atrapadas en la fragilidad de una sonrisa sincera, de un abrazo profundo imposible de traducir. Hay sensaciones, emociones y sentimientos impenetrables y existe aquel o aquella que pretende romper esa barrera.

Me declaro imprudente de primera, fiel amante de mi cama, un libro abierto para quien está dispuesto a leer y solo oídos y confianza para quien se quiera desahogar. Me declaro neurótica de primera, la ansiedad en pasta y un ser insoportable. ¿Y qué?

Sí, siempre he sabido el camino, aquello que me enamora (sí,soy enamoradiza y no me gusta hacerme la difícil), aquello que me hace sentir bien, tranquila, “feliz”, pero soy complicada, también declarada, porque aunque tenga locas ganas de chocolate, prefiero ir por fruta y termino tomando yogurt ¿y qué? ¿Luego eso no es normal?

Siempre he sabido que las tablas son mi mayor amor, así como mi mayor temor, que me encanta manejar, que las personas y yo no hacemos buena combinación, pero a veces me enamoro de ellas, que estar colgada de algo me hace feliz y que el dulce es mi debilidad. Pero hasta ahora estoy descubriendo por qué. ¿De eso se trata crecer?

Descubrí que me gusta manejar porque hace que desahogue mi ira ante el mundo “refugiada” en un carro, aparentemente ajena a lo que hay afuera y es que no hay nada mejor que ir gritando por ahí: “ Qué le pasa a este estúpido (con acento en estúpido)” “ Este idiota no sabe lo que está haciendo (con acento en idiota)” “Nooo, ¿Por qué lo dejan vivir así de bruto?(con acento en bruto)”... Es desestresante y sumamente placentero.

También descubrí que enamorarme de las personas es mi perdición. Los que me conocen saben que odio al mundo, porque simplemente me gusta hacerlo (qué feo). Y los que no, imagínenlo. Hace más o menos un mes decidí salir al parque porque no me aguantaba a mi misma, me dije: “ salgamos, respiremos aire puro, pensemos en otras cosas” y Oh sorpresa! Bogotá no es una ciudad para la soledad, el

parque estaba ambientado por niños y perros corriendo por ahí, mi mejor vista era un mar de carros y el aire por supuesto no era puro, es Bogotá. “No importa”. Me dije. Aquí se siente mejor que adentro. Hasta que un par de “jóvenes” se acercaron con “la mejor de las intenciones”. “ Que pena molestarte, pero queríamos venir a saludar ”, me dijeron, mientras los miraba tratando de no demostrar mi cara de disgusto, “¿Te molesta?”. Por supuesto que me molesta, no salí al parque para hacer amigos, salí al parque para tratar de estar SOLA en un ambiente diferente. Por supuesto no volví a salir con esa intención. Sí,soy insoportable por eso cuando alguien logra aguantarme, bienvenido sea, y me veo entonces siendo sincera, feliz y absolutamente frágil, sí, me hago bolita y me gusta y no, más sí que no, pero no importa.

Escribo todas estas pendejadas, porque a veces las letras (y no precisamente las del chat) son las mejores consejeras , porque necesitaba escupir palabras en algún lado, porque me dio por coger este blog cuando mi sensibilidad está a flor de piel (y por lo general tengo rabia con algo o alguien o conmigo misma). Porque no entiendo cómo pretende la gente que uno entienda si no explican. Entre otras cosas, igual de bobas quizá.

PDTA. ¿Es mejor escupir los sentimientos hacia algo o alguien o mejor tragarselos, atorarselos? Estoy empezando a creer que ninguno de los dos es bien retribuido.

PDTA 2. Estar en “vacaciones” hace que uno se de cuenta de esos pequeños placeres que se hacen grandes. Como escuchar a mi gata hablando con los vecinos en el balcón, entrar al baño con la puerta abierta, comer un chocolate despacio, sentarse y que los piecitos vuelen…

SALUD POR LAS BOBADAS, POR USTED QUE LEYÓ HASTA EL FINAL, POR LOS DESCUBRIMIENTOS Y LAS DECLARACIONES (DE CUALQUIER TIPO), POR TODO, SALUD, SALUD SALUD


27 views0 comments
bottom of page