Sí, estoy al otro lado del mundo, en un lugar en donde quizá nunca había pensado estar y menos para terminar un año. Sí, estoy al otro lado del mundo lejos, tal vez demasiado, de aquellos con quien siempre he estado.
Hace poco más de una semana salimos con amigos que había hecho en Salamanca a dar una vuelta por ese utópico lugar del que todos hablan, Europa. Después de un avión y cuatro buses llegamos a Polonia, sí, Polinia, aun no sé exactamente por qué, creo que enloquecimos a la hora de hacer el plan, y ahora estamos aca, a las 5 de la mañana esperando ver la luz.
Que el tiempo pasa muy rápido, decían, que disfrute que eso se pasa volando. Y sí, en un abrir y cerrar de ojos es el último día del año y aun parece mentira todo, aun parece mentira que estemos en Polonia. Me estoy sobreactuado un poco con esto, porque realmente solo tenemos dos días aquí, pero es que no me lo creo.
Hoy, quiero aprovechar para brindar con dulce, amor o lo que sea por los que entraron y salieron del camino en este año, por los aprendizajes incontables que se valoran cuando todo es nuevo, por lo inesperado, por usted que me lee y no se aburre y por todo, porque siempre hay algo por lo que celebrar.
A todos los que me leen (porque si están aquí es por algo) un gran y prospero nuevo año, cargado de todas esas cosas que la gente desea, pero sobre todo de la mejor y mas linda energía, para que en este nuevo año siga recurriendo a mi.
SALUD, SALUD, SALUD!